domingo, 23 de marzo de 2014

Una huida hacia delante.

Una huida hacia delante. Había estado perdida, cuando en realidad la única fórmula, el único camino, lo único seguro, era la huida. Mecanismo natural del ser humano, instinto básico. Y sabio.

Jamás sabremos con total certeza qué es lo que deseamos. Cuando lo estemos buscando, será duro y abandonaremos, quizá porque hemos descubierto que hay algo que nos gusta más todavía. O porque pocas cosas merecen nuestro esfuerzo.

Cuando lo tengamos, dudaremos de ello, o no será suficiente, tal y como esperábamos. Si antes no nos cansamos de tenerlo. ¿Qué nos gusta, qué queremos? ¿Habrá algo que de verdad nos satisfaga eternamente, o todos los gustos son caducos, todos los deseos efímeros?