Una huida hacia delante. Había estado perdida, cuando en realidad la única fórmula, el único camino, lo único seguro, era la huida. Mecanismo natural del ser humano, instinto básico. Y sabio.
Jamás sabremos con total certeza qué es lo que deseamos. Cuando lo estemos buscando, será duro y abandonaremos, quizá porque hemos descubierto que hay algo que nos gusta más todavía. O porque pocas cosas merecen nuestro esfuerzo.
Cuando lo tengamos, dudaremos de ello, o no será suficiente, tal y como esperábamos. Si antes no nos cansamos de tenerlo. ¿Qué nos gusta, qué queremos? ¿Habrá algo que de verdad nos satisfaga eternamente, o todos los gustos son caducos, todos los deseos efímeros?