Por mas que quieras no se puede entregar un todo, la simple tarea de pensar nos abruma, como para pedir los trozos de pensamientos que se apagan y mueren sin dueño. Como para curarse las heridas uno solo, como para saber resolver las caidas que doblan el peso del desengaño, los años. Como para poder ver otros ojos, sentir otra piel, cambiar, crecer diferente. Como para ocultar otros daños, los daños de otro. Si ni siquiera hemos visto que hoy es nunca, si nos hemos perdido las primeras palabras de una ilusión que brota de dentro y que dejamos pasar como a ese todo que nunca se puede entregar, el que nunca seremos.
Y nos damos cuenta ahora.
Vive cada día
ResponderEliminarGran blog