Que no hay nada como cerrar los ojos y dejar que el agua de lluvia y su sonido penetren en ti, limitando tu existencia a desenfrenadas gotas de agua peleándose en el suelo, mientras que la lluvia utiliza su victoria, porque al fin y al cabo, nadie escapa de ella.
Llueve sobre mí, llueve sobre tí.
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¿Por qué no escribes algo? ¿Es que te ha comido la lengua el gato?