lunes, 29 de octubre de 2012

Todo el mundo persigue a la luna.


Hay caminos que estaban hechos para nosotros, igual que destinos enterrados. Algunos acaban en incendios de miedo, otros en lunas rojas de noches muy caras. Ella siempre tan alta y presa, tan inmensa en su oscuridad contenida. 

Hay lugares donde hace más frío y los cortes son más graves y más profundos. Existen de verdad cuando se pone rumbo hacia adelante y sin prisas, hasta arriba. He oído que hay lugares en los que incluso ya no crece ni un sólo arbusto porque han sido más transitados que el propio infierno, dicen que el hombre los hizo con su andar y que ya no saben si hay otros nuevos. 

Siempre hubo alguien antes que tú y los seguirán recorriendo cuando tú te hayas ido; la naturaleza acaba por asimilar los deseos ajenos y nos abre paso hacia sus secretos en una especie de resignación provocada pero intensa. Pero no nos han dolido. No fuimos padres de ningún camino, no se nos han quemado los pies queriendo trazarlos dejándonos algo más que la vida y los sueños de los que ya nunca hablamos, por reiteración o quizá por pereza.

Hay caminos con nombre pero muchos lo perdieron. Hay corazones por los que ha pasado tan poca gente que ha crecido la maleza.  Y hay corazones que han sido devastados porque los confundieron con caminos.

1 comentario:

  1. pobres corazones!!!! por que no poner un cartel de prohibido pisar el cesped?
    Precioso tu texto de hoy!

    Saludos de la chica de los chicles, que espera tener un bonito jardein en su corazon, pero nada de maleza ni caminos(:
    http://lachica-deloschicles.blogspot.com.es/

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