domingo, 17 de marzo de 2013

Quién no soy. De dónde no vengo. A dónde no voy.

Una vez que el frío te elige sólo hace falta un instante de duda, un sólo segundo de vulnerabilidad para que se quede. Y de eso nos sobra, porque nos hemos vuelto unos tristes. El suelo pide a gritos arrancarte la sombra y te quedas desnuda y sola. Y no paras de beberte la sangre y de drogarte con las vistas. Se van cayendo uno a uno tus pies de correr para no volverse a levantar nunca más. Y es con esos pies caídos con los que intentas rescatarte, pero eso no es lo que te salva. 

De repente alguien que te llama por tu nombre, el que habían robado las arañas de tu habitación a las que dejas vivir por pura piedad y por eso de que todos somos iguales. Y pruebas a escribir todo lo primero que se te ocurre porque solo necesitas sacar toda esta mierda de dentro de ti que nadie sabe que llevas, necesitas reciclarte por dentro porque el hijo de puta del invierno, por echar la culpa a alguien aunque admires sus heladas y sus desacuerdos, no ha dejado de verter su basura en ti y tú te has ido callando y callando, porque eres de las que todo lo permiten y todo lo perdonan. Y luego pasa esto, que no puedes parar de escribir mierda y más mierda y ni siquiera sabes por qué. Y ni lo que escribes tiene sentido. Ni es bonito ni quieres que lo sea, porque ya no escribes para nadie. Ni siquiera para ti. De eso hace mucho. 

Y ese nombre que un desconocido arroja como una piedra sobre ti te hace el daño que necesitabas, porque no sabes lo que significa. No sabes lo que significa ser tú. No sabes lo que significa la vida y mucho menos vivir. No sabes de paciencia, no sabes de principios, de reglas, no sabes de esfuerzo. No sabes de nada y sin embargo alguien todavía tiene ganas de decir tu nombre que nada significa y que todo lo oculta, porque por mucho que echemos arena sobre el vacío no conseguiremos desenterrar ningún tesoro. 
Y odias que te conozcan porque tú aún te desconoces.


8 comentarios:

  1. Me siento tan idenficada, y tú lo explicas tan bien, que da hasta miedo :)
    ''[...] El hijo de puta del invierno, por echar la culpa a alguien aunque admires sus heladas y sus desacuerdos, no ha dejado de verter su basura en ti y tú te has ido callando y callando, porque eres de las que todo lo permiten y todo lo perdonan. Y luego pasa esto [...]''

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    1. ¡Gracias por citarme! xD
      Es muy fácil sentirse identificada cuando se trata de algo triste. Es fácil para todos.

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  2. Holaa
    ¿Te pasas por mi blog: http://www.mimochiladecuero.blogspot.com.es/ y me das tu opinión? :D
    Un besitoo! ^^

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  3. Pueba a sentir menos y querer más.
    La vida no es vida sin una parte buena y otra mala.

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    1. Si, la balanza de siempre. A veces se gana y otras se pierde.
      Gracias.

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  4. Muy bueno. Me ha gustado mucho, y me ha emocionado. Supongo que es lo que pasa cuando entiendes (o no) las palabras.

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    1. No se trata tanto de entender, sino de sentir. Me alegro :D

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¿Por qué no escribes algo? ¿Es que te ha comido la lengua el gato?