martes, 8 de mayo de 2012

Regálame palabras,regálame sonrisas.

Entonces, ¿qué fue antes?

La más traidora de todas siempre fue la memoria. Llama a mi puerta con tardes olor a libros desgastados de color amarillo, entre las paredes de una biblioteca vieja y un bibliotecario soñoliento. En los estantes cientos de libros que echan de menos miradas curiosas, chicas acariciando sus páginas, desprevenidos oliéndolas como si fueran el aviso proveniente de una tormenta interminable de verano, rosas fingiendo ser marca-páginas y letras desperdigadas en las frías baldosas. Y luego, detrás de las rosas, las baldosas, los curiosos y las páginas, estás tú, y a pesar de la convincente habilidad de la memoria, consigo reconocerte por esos destellos que salpican tu cara, como migas olvidadas que han caído sobre tus mejillas a propósito, para hacerme más débil y más tuya. Consigo leer en tus labios el deseo de comernos todas las palabras y los libros del firmamento, empezar por cualquiera, para acabar por ti. Leerte cuando sonríes, leerte cuando me miras y parece pararse el tiempo. Acabar por tu sonrisa porque ya empecé por tus ojos. Y después de leerte, encontrar todas las respuestas.


Yo lo sé. Primero fueron las palabras y luego fuiste tú, para darles sentido.

2 comentarios:

  1. La memoria nunca ha sido una traidora, apréciala bien, cuídala mucho porque si no llega el peligroso olvido. Un día te darás cuenta de que se ha acabado una etapa y no eres capaz de recordar el sonido de su risa, el sabor de sus labios, la forma en que te miraba... Pero no solo la suya, sino la de cientos, la de todos. Por eso captura los efímeros instantes vivos en eternas palabras muertas, antes de que éstos mueran también y alimenten el olvido. Escribe, crea esa biblioteca de recuerdos con cientos de instantes en los que refugiarte. Que leas lo que eres, que leas lo que has sido, y no solo con la vista, lee con el tacto, con el gusto y con el alma. En ese momento habrás aprendido de verdad a leer, leerle y leerte, y seguro que te sentirás un poco más feliz. Porque primero fuiste tú y luego le diste sentido a las palabras.

    PD: Lo de las buenas entradas me refería a las tuyas, aunque gracias por el halago =)

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    1. Con lo de la memoria quería referirme precisamente al olvido. De ahí lo de conseguir reconocerle por los destellos de su cara, destrás de tantos estantes de libros, pero releyéndola me he dado cuenta de que para nada estoy mostrando ese mensaje jajaja tengo que tener un poco más de cuidado. Estoy completamente de acuerdo contigo.
      "Que leas lo que eres, que leas lo que has sido, y no solo con la vista, lee con el tacto, con el gusto y con el alma. En ese momento habrás aprendido de verdad a leer, leerle y leerte". Eres una genia.

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¿Por qué no escribes algo? ¿Es que te ha comido la lengua el gato?