sábado, 26 de mayo de 2012

Sonrisas que reviven muertos.


Creernos todo lo que somos y ser todo lo que nunca creímos. Vivir para sonreír y sonreír para vivir. Que la vida nos llame y que caerse duela para que cuando nos levantemos alzemos el vuelo bien alto, y que las huellas se hagan pequeñas para que sigamos nuestro propio camino. Los días de lluvia, salir y mojarnos las alas hasta perder la noción del vuelo; para que los días de sol se nos sequen y poder mirarnos allí desde tan arriba, en el cielo, donde lo importante es invisible y lo visible poco importa. Chupar del néctar de lo eterno sin perderse en lo efímero, y alcanzar el equilibrio de lo intacto. Ser un gusano para luego lucir alas de inconformismo. Y volar lejos, allí donde se puede tocar el cielo de seis maneras diferentes, y rozar la posibilidad de lo improbable con tus propios dedos.


Aún y todo, no es fácil ser una mariposa.

2 comentarios:

  1. ¡Para que veas que no solo comento en las pervers! Aunque eso de chupar el néctar....

    No, en serio. Muy bonita. Toquemos el cielo de seis maneras diferentes.

    Osos con alas de mariposa, y aún un poco alterados.

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  2. me encanto... sin duda me has sacado una sonrisa, un gusto leerte asi!!!

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¿Por qué no escribes algo? ¿Es que te ha comido la lengua el gato?