domingo, 29 de abril de 2012

Todo lo que buscamos.

Fue tu manera de romper todo lo prohibido y acercarte, tu manera de llegar y cambiarlo todo, hasta el más mínimo detalle. Fue ese mismo instante el que consiguió llevarse nuestras sonrisas, la ausencia de todo lo que hacía ruido y nos impedía pensar con claridad. Dos manos que se entrelazaban y un destino todavía en duda. Dos miradas que se unían y pensamientos que se compartían. Pero nos quedaba demasiado por perder. Un vacío inundó nuestras miradas dejando escapar el silencio que nos quemaba por dentro, que nos hacía vulnerables y quizá también, conscientes. Y era un silencio de miedo. Miedo a que todo se desvaneciese entre nuestras manos, a que no quede nada a lo que aferrarse. Era un silencio de dudas. Dudas que se libraban de todo lo que no era importante, dudas que gritaban nuestras últimas palabras, que confundían nuestros deseos y nos teñían de un gris oscuro que no dejaba entrever ninguna salida, ninguna escapatoria a este fuego interno, y que sacaba de dentro todo lo que éramos, dejando un hueco que no podría volver a llenarse. Y los vacíos, y las ausencias, y los gritos de dentro, duelen. Duelen porque indican que algo tuyo se te ha escapado. Que corre y se aleja, se convierte en un punto lejano en el horizonte. Y cuando te falta algo, tienes que encontrarlo. O sustituírlo. De delirios, de inercia, de temblor. Pero algo o alguien tiene que llenar este inmenso recuerdo, recompensar por dejarnos creer en la incomprensión, por eso que se ha ido y no ha vuelto. Y tenemos la suerte de haber encontrado lo que perdimos. Y hay momentos en la vida en los que te toca perder o ganar. Y yo he ganado contigo.

3 comentarios:

  1. Mucho mejor este sentimiento que el de la anterior entrada, aunque ambos forman parte de la misma cara de la moneda. Aún así me quedo con este, será causa de los efectos de una primavera emocional atrasada. Amor bonito, amor bueno.

    Muchos osos, amorosos como no.

    PD: ya te agregué (cris_lapiGirl@hotmail.com)

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  2. Siempre consigues dejarme sin palabras. Siempre.
    Soy capaz de leer varias veces cuatro de tus entradas y quedarme sin habla. Lo único que me sale es "increíble" seguido de varios minutos en silencio pensando en todo lo que dijiste.
    Y es por esto que no puedo evitar agachar la cabeza cada vez que paso por tu blog sin dejar ningún comentario, tal vez por el miedo a sentirme tonta ante alguien que sabe escribir así. Te admiro.
    Una reverencia :)

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  3. Manzanita, yo también me quedo con este. Que la primavera llegue cuando quiera, yo me conformo con que llegue.
    Osos, osos, cientos de osos dulces.
    P.D: Ya te acepté. Bonita rosa de fuego. :)

    Nina, no sabes cuanto me alegra que seas capaz de leerme varias veces. Un consejo de amiga, no te creas todo lo que escribo, podria ser malo para tu salud jaja. Todos tenemos pensamientos rondandonos, y los míos se me escapan por aquí, hasta los mas oscuros, así que ten cuidado si piensas sobre lo que escribo, podrías acabar como yo xD Te regalo la sonrisa que me has echo sacar, toda para ti.

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¿Por qué no escribes algo? ¿Es que te ha comido la lengua el gato?