miércoles, 11 de enero de 2012

La historia de una chica que escribía al revés.

Llegué a conocerla bien. Reía a las 10 y lloraba a las 12 (a veces, incluso antes). Podía llegar a cambiarse 7 veces antes de salir de casa. Pero todo eso son solamente cifras. No bebía café, pero parecía agradarle ver como pedía mi Capuccino en aquél café de la esquina, ese que más tarde quiso bautizar como nuestra cafetería. 
Era una chica, más bien rara. Quién sabe qué nos unió. A veces jugábamos a adivinarlo. Fue un suspiro de alivio del destino, una canasta apurada al último segundo. Para ser más exactos, el número 6 de un dado lanzado al azar por el diablo. Pero por favor, no sigamos hablando de números.
Pasábamos todas las noches de verano tiradas en mi tejado, contando estrellas. Fuimos de esas que gritábamos en silencio. Hablabamos con los ojos, y escuchábamos con el corazón. Éramos de las pocas que sabíamos hacer eso, lo de amar los silencios; cuando un día, por sorpresa, dejaron de ser incómodos. Pero no es lo único que amábamos. 
En pocas palabras, creamos nuestra propia filosofía de vida. No necesitábamos un plan B, nuestro proyecto no tenía pérdida. Luego, se perdió todo. Los nervios, el norte, y la cabeza, pero no te asustes, nuestro futuro no. Vivíamos a nuestra manera, siendo felices de la única forma que sabíamos. Rompiendo esa estúpida ley de las absurdas diferencias de las que tanto se hablaba. Demostrando que lo imposible, era posible, siendo la excepción que confirma la regla, pero no cualquier regla, sino nuestra regla de vida. Ya lo dijiste una vez, en una de esas cartas que me encontraba por todas partes, y que leía, normalmente en el espejo, o en el reflejo de unas tijeras, si estábamos en clase. "Gracias por ser diferente a mí, es la única manera de que me complementes". Y era verdad, por mucho que dijeran. Tan verdad como tu talento al imitar la caligrafía de Da Vinci. Sigo pensando que la única razón de la existencia que tenían tus cartas al revés, es tu mente prodigiosa, que estaba aburrida de escribir normal, de ser normal, y de tener una amiga normal, si es lo que se me podía llamar. Y por eso inventamos nuestro camino, puede que no sea  en la dirección correcta, pero es nuestro camino.
Tú y yo, somos un cúmulo de cosas hechas y por hacer, somos un mar de contradicciones y bipolaridades. Pero te diré lo que nunca seremos: indiferencia

5 comentarios:

  1. eres la mejor amiga del mundoo y se que no puedoo aspirar a nada mas grande que tu porque no existee.
    es la cosa mas bonita q me an echo nunca. graciasss.

    tienes talentoo y esto te gustaa;nunca lo dejes y por favor:ATREVETE A COMPARTIRLO CON EL MUNDO ENTEROO!!!!

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  2. Veo que te has echo por fin la cuenta google:D Jajaja Ya la estaba empezando a echar de menos!
    Y existe algo mas grande que yo, NOSOTRAS.
    Mi talento es gracias a mi musa(vamos, tu)
    P.D: Me da verguenza.

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  3. jajaj no te tendria porque dar verguenzaa.eso como te dije es k n confias en ti mismaaa.sueltateee!!!!!!

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  4. me encanto... no solo tenes talento sino que una amiga increible! ame leer sobre ustedes! yo tambien tengo una amiga increible y somos muy distintas... jeje saludos!! PD. todas las canciones de tu ipod del costado son parte de mi ipod...loco! jaja

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  5. Jajaja:D si no la tuviera andaria perdida por el mundo...Es fácil escribir sobre alguien a quien quieres! (;
    Que coincidencia!
    Un beesoooo!

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¿Por qué no escribes algo? ¿Es que te ha comido la lengua el gato?