lunes, 30 de enero de 2012

La manera más rápida de viajar, es a la luz de una vela.

Y cuántas veces quisiera regresar al abrigo de las llamas, mirar al cielo, y sólo poder ver tu mirada. Rodearme de arena y un poco de agua salada, de amor recién nacido, de secretos y palabras perdidas, de las que de verdad se las lleva el viento. De cómo picaba la playa en mi camiseta, y después de como picaba en mi corazón. Como un reloj de arena, que ahogaba mi alma a cada segundo, dejando sin respiración cada célula viva en mi cuerpo.  Cuántas veces tendríamos que aprender a guiarnos en la oscuridad, y quemarnos de amor entre las llamas. A caminar de la mano (a muy nuestro pesar), atados de una cuerda a nuestras almas libres, que ya no podían volar por lo alto. Hoy, enciendo una vela en tu memoria. En memoria a lo que ya no somos. Por cada lágrima con olor a sal que cayó, y por todas esas que no cayeron. Por tus ojos, y tus putas palabras, esas que no se las llevo el viento. Por cada vez que nos perdimos tratando de encontrar nuestros rostros a la cruda luz de una vela, por cada maldito reencuentro. Y voy a quemarlo todo. Tus ojos, el mar, y la arena que pica. 

2 comentarios:

  1. bonito blog^^! me gustan mucho los textos que has escrito.
    te sigo <3
    mil sonrisitas de www.yodibujosonrisas.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias(:
    Tu blog está muy bien, te sigo(;
    Un beso(:

    ResponderEliminar

¿Por qué no escribes algo? ¿Es que te ha comido la lengua el gato?