martes, 14 de febrero de 2012

A ti y a todo lo que me debes.

Hoy no llueve, hoy diluvia. Así es mejor, que las nubes lloren por nosotros. Lo necesitamos de verdad.
Tanto como hoy te necesito a tí. O a un café con motas de chocolate, acompañado de besos de esos que no te dejan respirar, y a eso que llega después. Hoy no llueve, hoy diluvia. Yo sería una gota de agua entre tantas. Aprender a llover suena bien, al menos, mejor, que un par de botones descosidos y un abrazo pendiente. Pero hoy son las nubes las que están tristes. Como ves, sigo sin perder mi inocencia, aquí a todos se la arrebatan, y como sabes, yo la escondo en un rincón de cada carta que te mando, y recuerda que, una noche más, te espero en mi ventana.

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